Foto…foto…foto…¡Fotomulta!

En las rutas 3 y 228 suele aparecer el vehículo que proveyó la Provincia en comodato a la Municipalidad de Tres Arroyos, que con el equipo de radar que dispone, detecta cualquier exceso en la velocidad de circulación y a partir de ese dato genera o no, según corresponda, una fotomulta en forma automática. A pesar de la presencia de conos indicadores y carteles de velocidad máxima, no son pocos los automovilistas que “caen en la trampa” de la camioneta naranja y son atrapados in fraganti excediendo la velocidad permitida.
El sistema integra a una empresa que provee la tecnología, que permite detectar la velocidad, detectar la patente del rodado y establecer la fotomulta; la Provincia que provee en comodato las unidades móviles, y el Municipio que tiene la obligación de realizar operativos en forma diaria y por el lapso de una cantidad de horas determinada, a cambio del 40% del valor de las multas.
La multa está establecida, en forma de pago voluntario, en 1050 pesos, y los cobra la Provincia, que coparticipa el porcentaje mencionado a la Municipalidad. Fuera de término asciende a más del doble.