No tocar la ballena muerta en Claromecó: puede generar enfermedades
El Doctor en Biología Mariano Coscarella, desde Puerto Madryn, sede del CENPAT – Centro Nacional Patagónico -, el que depende del CONICET, lugar donde se investiga a la fauna marina argentina, habló con LU 24 sobre el ejemplar de ballena que fue hallado muerto en las costas de Claromecó. Dijo que no conviene tocarla ni dejar que los perros se aceerquen. Puede ser contaminante y peligroso para la salud.
Confirmó que se trata “de una ballena jorobada, de la familia de la ballena azul, la ballena franca, y otras especies similares, que habitan en el atlántico sud occidental y cuya presencia se ha incrementado bastante en los últimos diez años. Estos animales tienen una migración desde el sur de Brasil, donde se reproducen, hacia la Antártida”.
Coscarella dijo que “lo importante es que la gente no se acerque, no lo toque, porque se está pudriendo y puede generar enfermedades, es una cuestión de salud pública”, y manifestó que “es importante dejar que la naturaleza haga su trabajo natural, permitiendo que se degrade, ya que moverlo es muy difícil por su peso, que puede llegar a unas siete toneladas y en un ejemplar adulto unas veinte”.
Respecto a la posible causa de muerte, indicó que “determinar la muerte de un animal salvaje es muy difícil teniendo en cuenta además que, a juzgar por el estado de este ejemplar, tendría varios días, o semanas de muerto”.
“Como todo mamífero, tiene dos periodos muy difíciles en los que se produce una alta mortalidad: uno es a los pocos días de su nacimiento, y otro llegando a su adolescencia; es natural que esto ocurra, ya que todos los años hay entre cuatro o cinco reportes de estos animales muertos en las provincias de Chubut, Rio Negro o Buenos Aires”.
“En el invierno van hacia Brasil y durante el verano están en la Antártida, y van, definiendo una ruta bastante lineal, a lo largo del talud continental pero fuera de la plataforma,”, dijo sobre la migración de las ballenas, y agregó: “como no conocemos la ruta de regreso desde Antártida hasta Brasil, en la zona de Comodoro Rivadavia hemos estado monitoreando la presencia de esta especie de ballena, y es probable que en los próximos años tengamos un incremento”.
