“Ser o no ser, esa es la cuestión” (W. Shakespeare)

19 junio, 2021

“Ser o no ser, esa es la cuestión” (W. Shakespeare)

“Tal vez las cuestiones de mercado inmobiliario deberían analizarse desde la mirada integradora que no solo atendiese a hechos puntuales, sino que estudiase las políticas económicas  beneficiosas para Tres Arroyos. Y si esto fuera así, esta ciudad lograría consolidar su esencia sin renunciar a la modernidad ayudando a convertirse en un polo de atracción turística”.
ALEGRETTI
El texto es la reflexión con la que se cierra un interesante trabajo realizado en 2018 por profesionales de la arquitectura de la Universidad de Mar del Plata, que también tienen relación con CRESta. Se adosa la carátula de ese trabajo que fue publicado por la Editorial académica española.

Se trata de las arquitectas/os María de las Nieves Rizzo, Melecia Granero y Alberto Vitale, quienes hicieron un estudio pormenorizado sobre los edificios del Palacio municipal y La Previsión.

Si bien incluyo aquí algunas referencias específicas en ambos casos, es interesante detenerse en algunos conceptos generales que se incluyen en el trabajo.

Recuerdan que en el año 2000 se dio la ordenanza 4742, ratificada por decreto 5909 y ampliada luego por la ordenanza 4811, según las cuales se establece el interés histórico y limita cualquier acción sobre edificios anteriores a 1950.

Afirman que, sin embargo, en los casos analizados “no se ha demostrado interés en su restauración y puesta en valor, siendo poco lo que se hace en ese sentido”.

Sobre el Palacio Municipal se dice que “se ha detectado casos de mala aplicación del concepto de conservación patrimonial, tal vez derivado de una mala interpretación o ambigüedad en la redacción de la ordenanza”.

Dicen los profesionales que los dos edificios estudiados materializan la historia, la vuelven tangible y agregan que “la preservación patrimonial no frena los cambios que toda ciudad debe tener, sino que sirven para testimoniar lo que somos y no nos transformen en algo ajeno a nuestra identidad”.

Sobre el palacio dice que integra la segunda etapa de la arquitectura de la ciudad, siendo un edificio ecléctico con influencias clásicas, barrocas y de arquitectura francesa.

Detectaron en él “colapso de algunos materiales por envejecimiento y recarga de funciones no previstas originalmente”.

Sobre La Previsión dicen que tiene un estilo ecléctico francés y mostraba entonces (hoy potenciados) diversas patologías como ausencia de pizarras, molduras fisuradas, etc con importantes deterioros.

Se recuerda que por ley 14857 es monumento histórico provincial, además edificio histórico declarado por la Municipalidad.

Hasta 1999 funcionó la entidad cooperativa y luego fue adquirido por capitales privados a través de remates judiciales.

Los profesionales hablan de la noción de materia como sostén del espíritu y se preguntan ¿se pierde este cuando aquella desaparece? ¿es lícito conservar una fachada hueca? ¿O tal vez deberíamos pensar en una refuncionalización adecuada que respete la esencia y la forma?

Reflexiones al respecto

Me pareció muy oportuno hacer referencia al mencionado trabajo en momentos en que se ha formado una Asociación Amigos del Patrimonio de Tres Arroyos y ha planteado su inquietud por el edificio de La Previsión.

No se puede menos que compartir tan interesante propuesta, pero no se debe partir de la ingenuidad e ignorar los antecedentes históricos a este respecto.

Personas prestigiosas de la comunidad conformaron muchos años atrás diversas comisiones de patrimonio insertas o en común con la estructura municipal.

Todas fueron alejándose ante la imposibilidad de superar barreras que impedían el objetivo, fundamentalmente por no poder conciliar el interés de conservación con los anhelos y derechos de los privados.

Incluso se suscitaron polémicas y enfrentamientos públicos en casos puntuales. Vale recordar un caso de una vivienda situada en la calle 1810.

También se puede recordar la situación que se produjera oportunamente con la compra del viejo edificio del Colegio Nacional, en calle Chacabuco por parte del Sindicato de Empleados de Comercio.

De la misma manera naufragaron todos los esfuerzos desarrollados por un conjunto de jóvenes interesados en preservar la casa que fuera construida por la familia Tersano, en calle Lamadrid.

Hasta llegaron a presentar un proyecto concreto en el ámbito del Concejo Deliberante, pero todo quedó en la nada.

Más recientemente, el 27 de febrero pasado concretamente, se conoció la inquietud de los docentes de la escuela 16 que advirtieron que las remodelaciones que se ejecutaban en el edificio hacían peligrar el patrimonio histórico.

Esa colisión de intereses entre lo público y privado pasa siempre por el signo pesos (o dólares).

Es muy clara la cuestión, por ejemplo, en el cementerio municipal.

Los panteones allí existentes, muchos de ellos de altísimo significado histórico, son privados y oficialmente no se los puede intervenir. Consecuencia de ello, muchos están en deplorable estado de mantenimiento.

La Municipalidad solo puede intervenir si hubiera una cesión expresa de los responsables de los mismos. Caso contrario puede ser demandada judicialmente.

Por eso es importante que los valiosos y genuinos esfuerzos ciudadanos no partan de la ingenuidad de reclamar la intervención comunal. No sé si habrá algún camino alternativo, aunque no lo parece.

Ojalá me equivoque.

Omar Eduardo Alonso

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