Panadero enseña el oficio a los habitantes de una pequeña localidad de Tandil
El panadero Rodolfo Goñi trabaja activamente luego de su jubilación para capacitar y enseñar el oficio a mujeres y jóvenes habitantes de Azucena, una pequeña localidad del partido de Tandil, impulsado por la Sociedad de Fomento de ese lugar, que tiene unos 250 habitantes.
“En otra época eran famosas las tortas negras, venían de Barker a comprarlas, y ahora están aprendiendo a hacerlas para ponerlas nuevamente a la venta”, dijo Goñi, y afirmó además que son unos 20 alumnos que concurren a un lugar que está cedido al lado de la vieja panadería que explotara durante años, junto a un horno que pide recambio por lo que le han otorgado fondos para poder renovarlo.
“Aprendieron enseguida y les salen mejor que a mí”, dijo Rodolfo respecto a la calidad de la tradicional factura y sostuvo asimismo que “les enseñamos de todo, ahora estamos en la etapa de preparar los pan dulces, y también hacemos pastas como ravioles o sorrentinos”.
La idea es volver a habilitar la vieja panadería en Azucena, y continuar con la tarea en la de Tandil, ahora a cargo del hijo de Goñi “en la que se han incorporado alumnos que aprenden rápido y ya los tenemos trabajando”, concluyó.
