Un visionario casi olvidado
Escribe: Omar Eduardo Alonso
El apellido Parravicini tiene gran significación en distintos pasajes de la historia lugareña.
Sin perjuicio de volver sobre el particular en el futuro procurando mayores precisiones, puedo decir que personas con dicho apellido han sido partícipes de actividades diversas, desde la industria al deporte, incluyendo otros varios rubros.
En este caso la crónica procurará, siquiera brevemente, recuperar, algo de la memoria colectiva respecto a los inicios de la industria local. Así, por ejemplo, la figura de Francisco Parravicini. Si se procura encontrar una razón para que su nombre quedara en un segundo plano, quizás la más significativa es que la empresa que él co fundara, llevaba el nombre de su socio: Goyenaga.
Ya me he referido a la historia de La Argentina, como se llamaba la fábrica, en ocasión de escribir sobre los históricos automóviles Lincoln, en junio de 2020.
Recordemos que un auto fue el disparador de algunas anécdotas e historias que incluyeron testimonios de los señores Carlos Castelli, Hugo Ruiz y Gerardo Ciarrocca. Paradójicamente muy poco se mencionaba de Francisco Parravicini, detalle que me fue puesto de manifiesto por uno de sus descendientes, Mauricio, vinculado laboralmente con la Chacra de Barrow.
Breve paréntesis en el relato: Cuando al principio menciono al deporte y el apellido, recuerdo a Gerardo Parravicini, “el loco” como se le decía en el ambiente del básquetbol. Brilló en su tiempo como tirador de media distancia, especialmente durante su paso por Centro Estrada. Cierro el paréntesis.
Un visionario
Como digo en el título, Francisco a quien se ve junto a Goyenaga en la foto, tuvo un rol fundamental en el éxito de la fábrica La Argentina.
Es notable que aún hoy se ofrecen en Mercado Libre productos de la fábrica Goyenaga, especialmente cocinas a leña y hasta una placa con su marca.
No es menor consignar que eran representantes de marcas como Ford Motor y vendían camiones y tractores Fordson, esquiladoras Cooper, Molinos Samson y neumáticos Good Year.
Sobre todo, los tractores mencionados tuvieron fuerte difusión en los campos zonales, e hicieron punta en el proceso de reemplazo de los caballos para la tracción de la maquinaria agrícola.
Por esas situaciones de la historia, la participación de Francisco Parravicini en todo el proceso de la fábrica La Argentina, ha quedado relegada.
Sin embargo tuvo un papel relevante.
Fue quien viajó a Estados Unidos para tomar conocimiento del proceso industrial de la maquinaria agrícola y capacitarse al respecto.
Esa experiencia sería aplicada en el establecimiento local con excelentes resultados, incluyendo criterios de manejo del personal orientados a fomentar el permanente deseo de perfeccionarse en los planteles obreros.
Se trasladaron al funcionamiento de la incipiente y luego exitosa fábrica, los conceptos laborales vigentes en Estados Unidos siempre muy vinculados con la eficiencia y el compromiso del personal.
Seguramente habrá muchos otros aspectos de la personalidad de Francisco Parravicini que no se abordan en esta crónica, pero en todo caso se cumple con el objetivo de rescatar su paso relevante en la industria lugareña.
Año 4-Nota 192
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