J.C. López: su fallecimiento Escribe: Omar Eduardo Alonso

25 junio, 2024

J.C. López: su fallecimiento Escribe: Omar Eduardo Alonso

“Me hubiera gustado ser piloto de aviones y paracaidista. Lo primero lo intenté pero cuando el instructor en pleno vuelo paró el motor, me asusté y me enojé y no seguí con el curso”
Así contaba Juan Carlos López algunos aspectos de su vida en el transcurso del programa “esto es Historia”, en agosto de 2014.
Fue uno de los hijos de Ángel López Cabañas y Elena Sánchez, y vivió intensamente el rol protagónico que tuviera su progenitor en la historia lugareña, uno de los puntales de lo que sería un verdadero emporio: Grandes Almacenes el ABC.
La familia López Cabañas es originaria de la Aldea Vilariño, en Galicia, España.
Se trataba de campesinos con una limitada cantidad de espacio como para solventar la vida de una familia que contaba con 6 hijos.
Se trataba de 3 varones: Ángel, Benigno y Jesús y tres mujeres, todas consagradas como monjas de la orden de las Mercedarias.
Con solo 16 años Ángel resolvió buscar nuevos horizontes y viajó a la Argentina, llegando a Buenos Aires en 1907 en el buque Santa Fe.
Por poco tiempo trabajó en la Capital y luego se trasladó a Chubut donde durante 6 años comerció con los indígenas y vivió durmiendo en el recado.
En 1916 se radicó en Tres Arroyos donde ya se encontraba su hermano Jesús quien había comenzado un negocio de ramos generales.
Asociados lograron una proyección hasta que en 1938 el pequeño negocio se transformó en Grandes Almacenes el ABC.
Don Ángel se casó cuando tenía 40 años y poco después de una década de matrimonio se produjo su separación. Esta situación marcaría algunos aspectos importantes en la vida de Juan Carlos.
Por entonces había cumplido el ciclo primario de educación en el Instituto Jesús Adolescente y cursaba el secundario, que debió continuar en Buenos Aires donde se radicaría su madre.
Una materia no fue completada, recordó en la charla, de modo que el ciclo quedó trunco.
Hizo su servicio militar en Buenos Aires en la sección Estadísticas, en 1959, y allí fue chofer y asistente de un militar de grado.
Por entonces tenía el propósito de radicarse en Venezuela, en busca de aventura, como lo había hecho su padre.
Fue este quien le advirtió que si viajaba, él liquidaría sus bienes y se volvería a España, pues necesitaba la colaboración de sus hijos.
Por esa época El ABC tenía 200 empleados, 10 mil clientes registrados y 10 sucursales.
Pero Ángel López Cabañas tenía un campo propio y varios más arrendados y había avanzado en otros emprendimientos, como un gran criadero de cerdos.
Juan Carlos se transformó en un estrecho colaborador en estos últimos quehaceres.
Recordaba que cuando la familia vacacionaba en Claromecó, él se instalaba en los campos disfrutando de la compañía de los empleados y de prolongadas cabalgatas.
Retirado de la actividad, vivió de rentas y disfrutó de amistades diversas.
Hace algún tiempo gestionó y logró que los restos de su padre fueran depositados en una cripta especial instalada en el Parque Municipal que lleva su nombre.

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