Aquellos egresados. Escribe Omar Eduardo Alonso

15 julio, 2023

Aquellos egresados. Escribe Omar Eduardo Alonso

La historia de la educación en Tres Arroyos es particularmente rica y apasionante pues alcanzó niveles de excelencia reconocidos mucho más allá del pago chico. Fue producto de grandes compromisos individuales y de conjunto, de profesorados de lujo y también con promociones de alumnos que luego en su mayoría tendrían proyección importante y diversa.

Consecuencia del concepto precedente, queda claro que es imposible abarcar en una crónica todos los detalles que el tema merece. Por razones obvias quedarán fuera de mención en esta oportunidad los egresados de la Escuela de Artes y Oficios, luego de Educación Técnica, y del Colegio Jesús Adolescente, sobre los que oportunamente volveré.

De modo que lo que sigue se refiere al Colegio Nacional de Tres Arroyos y al Instituto Nuestra Señora de Luján, que aplicaban un mecanismo de complementación que permitía a las señoritas que deseaban ser maestras, iniciar en uno y terminar en el otro. Quizás sea interesante hacer una aproximación a la historia de ambos establecimientos, tan rica que es imposible abarcar en una simple crónica semanal.

El Colegio Nacional

El decreto de creación se dio el 29 de junio de 1929 con las primeras designaciones de los docentes, aunque recién el 30 de abril de 1930 comenzó a funcionar con una división y una inscripción de 193 alumnos. Vino a reemplazar al prestigioso Colegio Incorporado Mitre que era un establecimiento pago, lo que implicaba dificultades en las familias para costear los estudios de sus hijos.

El 24 de mayo comienza el funcionamiento a pleno con todas las divisiones del bachillerato. Su primer rector fue Ricardo Rudi quien impulsó y logró la creación. Luego completaría una rica carrera política que lo llevaría a ser Ministro provincial de Obras Públicas. (foto)

Fue un reconocido y respetado caudillo del radicalismo. Repasar los nombramientos originales es asombrarse por la calidad de las personas designadas, las que—sin embargo—no contaban con títulos pedagógicos.

Como consecuencia, el 10 de octubre de 1930 se produce una reorganización según la cual son designados profesionales de la educación. El concepto anterior sobre la calidad docente, se aplica también tras la reorganización mencionada.

Sería fatigoso, pero es apasionante, recorrer cada uno de los nombramientos producidos en ambas ocasiones. Yo recomiendo repasar los listados y seguramente allí encontrarán nombres y apellidos que marcaron épocas en la educación. Lo cierto es que en la nueva etapa fue designado rector el profesor Juan Donadío, de la especialidad ciencias biológicas. (foto)

La matrícula creció progresivamente y en 1934 concurrían 66 mujeres y 153 varones. El ámbito de funcionamiento siempre fue problemático, con una casa de familia adaptada, sin comodidades, sin espacio para actividades como educación física o música, que debían desarrollarse en otros lugares. A pesar de ello, el histórico edificio de calle Chacabuco fue escenario de una educación de privilegio y sus paredes parecían albergar los espíritus generosos de docentes y alumnos. Allí se respiraba conocimiento. En mayo de 1931 se creó la Asociación Cooperadora que llevaría el nombre de Juan Bautista Alberdi.

Los primeros egresados

El 6 de diciembre de 1934 el diario La Hora publicaba una foto de los primeros egresados del Colegio Nacional, cuyo original me fue facilitado por Mabel Bianculli (foto). Junto al rector, Donadío  y el secretario, Alberto Dassis posaron las señoritas: Delia Altieri, María García, María Puchulu, María Sueyro, Amalia Colombo, Blanca Bianculli, Judith Ruiz, Elsa Falagan, María Manzione y Celia Ascona.

Y los varones Horacio Candebat, Domingo Menéndez, Emilio Tardá, Jacobo Vofus, Oscar Etcheverry, Alberto González, Luis Slepoy, Alberto Lingeri Prat, Juan Bouchet, Pedro Puchulu, Armando Irugaray (h), Orlando Hurtado y Pedro Khun. Aparece allí María Carlota Sueyro de Mancini, que fuera esposa del médico Blas Mancini e hija del vicealmirante Sabá Sueyro, quien fuera Vicepresidente de la Nación. Hago la referencia solo porque esta historia ya fue contada por mí hace tiempo.

Los peritos mercantiles

La necesidad de implementar estudios acordes con la demanda laboral del mercado de la época, hizo que se organizara la alternativa de los peritos mercantiles con una sección comercial anexa. En 1953 se produjo el egreso de la primera promoción y al cumplirse los 50 años de ese acontecimiento fue descubierta una placa en el edificio del nuevo Colegio Nacional.

Junto con el rector Aníbal Castro Scharer y los profesores María Agreste, Margarita Altieri, Lina Sígoli, Estela David y Miguel Vecco, posaron para el diario:

Damas: Hilda Alvarez, Delia Eveleens, Zulema Silva, Fanny Brandariz, Marta Videla, Lilian Greco, Carmen Fernández y Jeanet Galli.

Varones: Rubén Paccioreti, Eloy Amuchastegui, Carlos Pili, Fermín Melendez, Francisco Alfano, Arnaldo Juan, Domingo Elías, Juan Di Filippo, Héctor Medivid, Miguel Errante y Horacio Hurtado.

En total 24 primeros peritos mercantiles. En consecuencia acompaña a esta crónica la foto de los  peritos mercantiles que en 1973 se reunieron para celebrar y colocar  la placa mencionada.

El Instituto N.S. de Luján

En 1905 llega a Tres Arroyos la monja María de Luján Sierra, de la congregación Hijas de Nuestra Señora de Luján con el objeto de crear un colegio para la enseñanza y educación cristiana de las niñas. (foto) Se firma un contrato con la Sociedad Caridad y Fomento para poner en marcha una Escuela Profesional de Mujeres, lo que se produce el 4 de febrero de 1906, naciendo el precedente de lo que luego fue el Instituto Nuestra Señora de Luján.

En abril de ese año se inicia el funcionamiento en San Lorenzo 78, lugar facilitado por la familia Groppa, impartiéndose la enseñanza primaria, pintura y dibujo, arte decorativo, corte y confección y otras labores. En 1910 se adquiere el edificio propio. En 1942 comienza a funcionar el primer curso de ciclo básico para el magisterio. En 1961 se incorpora la sección de jardín de infantes.

En 1948 se produce el egreso de las primeras maestras. El dictado del magisterio llenó una gran necesidad, pues las jóvenes debían estudiar en otros lugares si querían ser maestras. Por mucho tiempo funcionó un sistema según el cual las adolescentes cursaban el ciclo básico en el Colegio Nacional y completaban dos años más en el Instituto, de modo que hubo una natural relación entre ambos establecimientos.

Las primeras egresadas como maestras en el año consignado fueron:

Nelly Agüero; Norma Carrera; María Durand; Nelly Ferrando; Mabel Grigera; Ethel Gómez; Haydée Moreno; Gladys Renaud; Norma Sabatini; Olga Tierno; Ana Anderberg; Irma Chalde; María Di Salvo; Ethel Ferraro; Ruth Grivetto; Margarita Larrondo; María Naveyra; Célica Rodera; Alicia Sánchez; Dora Vernavá; Elina Arigoni; Claudia Chiachio: Isolda Echeverría; Alcira García; Elba Gussoni; Dora Llamosas; Mabel Diez Regot; Leonor Rodríguez y Sara Suárez.

Dos de las citadas tendrían, además de la carrera docente, una participación importante en la organización gremial del sector. Ethel Gómez lo haría desde la estructura del SUTEBA, mientras que Olga Tierno  fue impulsora sustancial  desde la Unión de Educadores de Tres Arroyos, adherida a la FEB.

Tal como he mencionado respecto al Colegio Nacional, sería fatigoso también aquí mencionar a religiosas y profesoras que moldearon y dieron prestigio a la enseñanza de quienes, luego como maestras, tuvieron el gran compromiso de enseñar a múltiples generaciones de Tres Arroyos.

Por eso me pareció que es justicia recordar a “Aquellos egresados”. Los primeros.