El recuerdo de Carlos Rivada, en la Web de TyC Sports

24 marzo, 2025

El recuerdo de Carlos Rivada, en la Web de TyC Sports

Este lunes, ycon motivo del Día por la Memoria, Verdad y Justicia, en el sitio Web www.tycsports.com, se publicó nuevamente la nota que el periodista Fabio Tokman escribió en 2022, un artículo periodìstico en el que refleja la historia de tres jugadores secuestrados por la dictadura cívico-militar, entre los que se encuentra el tresarroyense Carlos Rivada, quien fue desaparecido junto a su esposa Beatriz Loperena.

Bajo el título “Rojas, Rivada y Tamburrini: tres historias de jugadores del Ascenso secuestrados por la dictadura”, Tokman aborda la época en la que se produjeron los hechos y argumenta que “las desapariciones se concretaron en La Plata, Ciudadela y Tres Arroyos. Sus vidas se entrelazan en un mismo punto: los tres fueron privados ilegalmente de su libertad por torturadores y asesinos”.

Sobre Carlos Rivada escribió:
“No conforme con el fútbol, Carlos también se destacaba como profesional de básquet. Todo en el mismo club: Huracán de Tres Arroyos. El Chivo, su sobrenombre, era el capitán del equipo. Un polifuncional que jugaba de wing derecho y tenía una amistad con el gol: contabilizó 82 gritos en 125 encuentros.
En 1968, con 19 años, inició sus estudios de ingeniería electrónica en Bahía Blanca y mudó sus goles a Liniers de esa ciudad. En la misma universidad, su novia, Beatriz Loperena, cursaba letras. Ambos militaban para la Juventud Universitaria Peronista. Se casaron y tuvieron dos hijos: Diego y Josefina.

Una vez terminados sus estudios regresaron a Tres Arroyos. El Chivo volvió a vestir los colores del Globo y comenzó a trabajar para una empresa mexicana. Con el ejército ya presente en la ciudad tresarroyense, su papá, Héctor, le consultó a la pareja si no querían emigrar de Argentina. “No tengo por qué irme, papá. Si no hemos hecho nada”, contestó su hijo.

El 3 de febrero de 1977, Huracán enfrentó a Estación Quequén en un amistoso. Sin saberlo, el Chivo había jugado su último partido. Las fuerzas lo raptaron junto a su esposa. El periódico La Voz del Pueblo publicó: “Sus hijos fueron abandonados en la puerta del Hospital Pirovano por personas desconocidas”. Diego tenía poco más de 2 años, Josefina apenas 5 meses.
Su papá volvió a tomar cartas en el asunto. Movió cielo y tierra y hasta le escribió una carta a Emilio Massera y otra a Jorge Rafael Videla. Nadie quiso decirle la verdad ni entregarle una respuesta.

Huracán de Tres Arroyos es el único club que tuvo dos desaparecidos: Carlos Rivada y el arquero Antonio Piovoso, quien también supo jugar en Primera división representando a Gimnasia de La Plata en el Metropolitano 1973.

Hoy, una baldosa recuerda al Chivo y Beatriz en el lugar donde fueron secuestrados. En varias oportunidades, alguna persona descerebrada y con una triste vida se encargó de taparla con pintura negra”.