En Claromecó, al Delegado le cuesta amoldarse a la realidad
Una de las promesas de campaña de Pablo Garate cumplidas es la elección popular de los Delegados Municipales.
En casi todas las localidades, los nombrados interinos, luego del 10 de diciembre, mediante el proceso de voto, quedaron confirmados en sus cargos. La selección “provisoria” fue acertada.
Menos uno, el de Claromecó, que ya había comentado que acompañaría hasta que lo reemplacen.
Julián Lamberti hizo una gestión activa y prolija desde que asumió. Con los medios que tenía y con el presupuesto exiguo que manejaba. Igualmente dejó al Organismo Descentralizado Claromecó Servicios Turísticos con un superávit de más de 7 millones de pesos. Aunque hoy reniegan de máquinas rotas y herramientas operativas fuera de servicio.
Fueron las elecciones y hubo “batacazo”. Un ciudadano sin militancia ni participación política ganó con casi el 60 por ciento de los votos emitidos contra dos contrincantes autodeclarados con filiación partidaria.
Había 1.610 ciudadanos habilitados para votar.
Votaron 576, que representan el 32 por ciento, de los cuales 343 lo hicieron por Toti Rens, con el 59.54 por ciento. Leonardo Heim tuvo 133 votos, el 23.09 por ciento y Adriana Finamore 100, el 17.17 por ciento.
Con esa amplia mayoría, Garate se vio obligado a designar a Rens, quien entre sus allegados ha comentado una especie de situación de desazón: no tiene máquinas en condiciones, el presupuesto no es el que debería disponer al menos hasta fin de año. Solo podrá pagar combustible y gastos de personal.
El hombre está en una situación que se entremezcla entre angustia y disconformidad.
Le va a poner toda la garra posible, confió a sus más íntimos, pero no está conforme en este momento “ cómo está Claromecó¨ y la propuesta de solución que debe hacer a los ciudadanos no tiene seguridad de poder concretar.
Confía en un buen diálogo y entendimiento con el Intendente.
