Javier Milei inicia un peligroso viaje hacia Israel, en plena guerra contra el grupo terrorista Hamas

4 febrero, 2024

Javier Milei inicia un peligroso viaje hacia Israel, en plena guerra contra el grupo terrorista Hamas

En cuarenta años de democracia jamás un presidente visitó a un país en guerra. Javier Milei romperá mañana esa secuencia histórica volando hacia Israel bajo estrictas condiciones de seguridad que implican a la Casa Militar, a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), a los servicios de inteligencia que se controlan desde Jerusalén (Shin Bet y Mossad) y a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

El jefe de Estado aterrizará en Tel Aviv durante una inédita escalada bélica en Medio Oriente. No sólo Hamas está lanzando sus misiles a Israel desde Gaza y Hezbollah disparando sus cohetes desde el Líbano, sino que además se aguarda que Irán replique un masivo ataque aéreo ordenado por Joseph Biden que hizo blanco en Siria, Irak y Yemen.

Milei se alojará en el histórico hotel King David, a escasa distancia del Muro de los Lamentos. Y su comitiva se limita a la canciller Diana Mondino, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el rabino Shimon Axel Wahnish, embajador designado en Israel.

La agenda presidencial está definida, pero su desarrollo cronológico es un secreto de Estado. Milei tendrá audiencias con Isaac Herzog -presidente de Israel- y Benjamín Netanyahu -primer ministro israelí-, visitará el Museo del Holocausto -Yad Vashem-, recorrerá el kibutz Nir Oz -que fue blanco del ataque terrorista del 7 de octubre-, caminará las calles inclinadas de Jerusalén y se encontrará con los familiares de los rehenes cautivos por Hamas en los túneles de Gaza.

A su vez, estará en Israel entre el 6 y 9 de febrero, y a continuación volará a Roma para participar de la ceremonia de canonización de “Mamá Antula”, mantener una audiencia con Francisco, almorzar con el presidente de Italia, Sergio Matarella, y protagonizar una bilateral junto a Georgia Meloni, primera ministra italiana. El 12 de febrero, a la noche, el jefe de Estado regresará desde Fiumicino a Buenos Aires.

La decisión de Milei impactó en la administración de Netanyahu. El principio de legítima defensa que ejerce Israel frente al ataque de Hamas es cuestionado en ciertos países de América Latina -Brasil, Colombia y México-, y la posición del presidente argentino rompe el cerco político que levantaron Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador.

El Presidente aún no resolvió si anunciará en Israel su decisión de colocar a Hamas como organización terrorista -Hezbollah ya está en esa lista desde la gestión de Mauricio Macri-, y ratificará frente a Herzog y Netanyahu que la embajada de Argentina en Israel será trasladada de Tel Aviv a Jerusalén cuando las circunstancias geopolíticas permitan cumplir la promesa sin posibles daños colaterales.

Israel está bajo asedio permanente desde Gaza, el Líbano, Siria, Irán, Irak, Cisjordania, Turquía y Yemen, y sus aliados -en este caso el presidente Milei-, son considerados un blanco móvil para Hamas, Hezbollah, los Hutíes, la Jihad Islámica, la Fuerza Quds, y otros grupos terroristas financiados y entrenados por Teherán.

Milei conoce el peligro de hacer una visita de 60 horas a Israel, pero decidió correr el riesgo personal y político. En este contexto, el Presidente se reunirá con los familiares de los rehenes secuestrados por Hamas y visitará Nir Oz, un kibutz ubicado a 1.500 metros de Gaza que fue atacado durante horas por los terroristas de Hamas.