La miel, un producto con muchos beneficios y con poca difusión
La miel es una fuente de energía que los deportistas incorporan en su dieta diaria, tiene propiedades cicatrizantes -al punto que se la usaba para curar heridas- y múltiples usos, que incluyen la industria cosmética. Cosechada con la humedad justa y bien conservada, puede durar hasta 100 años, de hecho se encontró miel apta para consumo en tumbas del antiguo Egipto. Todos estos datos compartió el técnico apicultor Mauricio Parravicini, de la Chacra Experimental Integrada Barrow. “El consumo está creciendo, aunque quizá no lo reflejen las estadísticas, porque ha crecido más una venta interna, directamente desde el productor apícola. Y quizá lo que le falta es un poco más de difusión, ese es un punto débil que tenemos. Y la gente debería saber que cuando compra miel, lo primero que tiene que hacer es leer la etiqueta, porque se venden productos a base de miel en la misma góndola, pero no son miel pura sino jarabe de maíz con miel”, aseguró.
“La miel sólida se ha cristalizado por la cantidad de azúcares, pero no tiene diferencia con la líquida, tiene las mismas propiedades. Tampoco hay grandes diferencias entre las mieles claras y oscuras, por allí las primeras son más suaves que las segundas y estará en el gusto del consumidor la elección”, sostuvo. En las fraccionadoras, mediante un proceso de rotura de cristales se logra la miel cremosa, que es una buena opción para untar y también conserva sus propiedades, explicó el profesional.
Finalmente, Parravicini consideró que deberían llevarse a la práctica proyectos vinculados a una mayor presencia de la miel en escuelas y establecimientos gastronómicos. “Una buena difusión del producto, y su disponibilidad en confiterías, escuelas, que sea más accesible para la gente ayudaría”, concluyó.
