Perusín: un apellido; varias historias Escribe: Omar Eduardo Alonso
Un repaso rápido por la historia política de Tres Arroyos permite ver con claridad que tiene particularidades especiales. Es un distrito privilegiado, fundamentalmente agropecuario, en el cual las crisis sociales derivadas de los procesos económicos que se repiten en el país, se manifiestan comparativamente atenuadas.
Las expresiones políticas históricamente potenciadas en los reclamos proletarios, no han logrado mayor impacto y en casi todos los casos han ido desapareciendo.
El concepto abarca a anarquistas, socialistas y comunistas. Un ejemplo concreto, y es solo un ejemplo, es que el socialismo que contaba con concejales en la década del 30, nunca logró tener una representación posterior en el Concejo Deliberante u otros espacios de poder municipal.
Pero lo dicho precedentemente no implica que no hayan dejado huellas de su acción, fundamentalmente por la acción de personas más que de estructuras políticas. Exponentes del comunismo están definitivamente inscriptos en la historia lugareña como impulsores de iniciativas valiosas, especialmente de índole cultural. Podría decirse lo mismo de los conservadores pero en este caso en realizaciones de obras públicas.
Perusín, Piro, Petrini y otros muchos adherentes al comunismo, no pueden sino ser públicamente reconocidos por su compromiso con la acción cultural y la docencia. La Asociación José Ingenieros, con sede en la segunda cuadra de la calle Bolívar, fue el escenario donde se desarrollaron sobresalientes iniciativas.
Vicente Despósito, con gomería en la avenida Moreno, lindante con las vías férreas, fue quizás el último exponente visible como candidato a Intendente en diversas contiendas electorales en representación del comunismo.
“Pirucha”
Amneris Perusín fue una de las fundadoras de Madres de la Plaza de Mayo La Plata. Su hijo, Daniel Omar Favero fue desaparecido en 1977. Era poeta y responsable de la Juventud Universitaria Peronista en el momento de ocurrir ese triste suceso.
Amneris era una talentosa cantante de ópera y falleció cuando tenía 89 años y padecía de Alzheimer.Había nacido en nuestra ciudad en 1925 en el seno de una familia muy politizada, como se relata precedentemente.
Su abuelo, Justo Nicolás había sido militante radical y había padecido cárcel durante los gobiernos conservadores. Una luchadora feminista resolvió cuando tenía 20 años, trasladarse a La Plata, junto con dos hermanas Emilse y Aída.
Amneris y Emilse se integraron al Teatro Argentino y al coro del mismo, mientras que Aída lo hizo al área administrativa.Allí conoció a Omar Favero, también integrante del coro, con quien tuvo 3 hijos. Todos estuvieron comprometidos políticamente y sufrieron las consecuencias de la sangrienta dictadura militar de la década del 70.
Continuando la tradición de sus ancestros, el menor de ellos, Luis, era militante del Partido Comunista. “Pirucha” protagonizó las obras más conocidas en el histórico Teatro Argentino de La Plata.
Más allá de la política
Pero más allá del encuadramiento político, la familia Perusín tuvo proyección en otras actividades. Donde hoy se encuentra La Casona, en avenida Rivadavia, funcionó una herrería con intensa actividad en aquellos años, sobre todo en el “enllantado” de las ruedas de los carros, que se realizaba a fuerza de fragua y el hierro al rojo vivo.
Hacia 1920 se instaló una sociedad familiar dedicada a la fabricación y reparación de carros, carruajes y artículos rurales. Operaba bajo el giro comercial de Perusín Hnos y se constituyó en uno de los establecimientos más acreditados de la época alcanzando importancia industrial.
Hacia 1930 la firma estaba constituida por Leopoldo Perusín, y sus hijos Pedro, Braulio, Eugenio, Juan, Romano, Santiago, José y Ricardo. Poco tiempo después se producía el fallecimiento del padre de familia, motivo por el cual la sociedad se disolvió haciéndose cargo en 1932 su esposa Filomena quien contaba igualmente con el apoyo de sus hijos.
Para damas
También funcionó una academia de corte y confección que desarrollaron las damas de la familia. El aviso que se anexa, contiene una vista y el detalle del funcionamiento de este establecimiento. (foto)
Cultura
El emplazamiento de la avenida Rivadavia fue siempre escenario de diversas actividades docentes y culturales. Allí se daban clases a numerosos alumnos y se recibieron visitas de varias figuras notables, incluyendo al pintor Juan Carlos Castagnino.
Un cuadro del mismo es conservado todavía en La Casona. Obvio es mencionar que el lugar ha sido preservado como reducto de las expresiones culturales diversas. Sería extenso mencionar la actividad desarrollada por la Asociación José Ingenieros, bastando mencionar por ejemplo la visita del premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias.
En lo que atañe al periodismo todavía es motivo de curiosidad y estudio la revista Cristal, que allí se publicara, y de la cual se cuenta con varios ejemplares en la biblioteca de la calle Bolívar.
Allí también se desarrolló en la década del 70 un curso de periodismo del que surgieron algunos colegas que pudieron hacer carrera en el oficio. También en ese ámbito fue que desarrolló sus actividades o parte de ellas, el pintor Guillermo Duvelmeyer, cuya obra ha intentado ser redescubierta no hace mucho tiempo.
No pretendo en estas líneas hacer un estudio profundo del camino trazado por la familia Perusín o Piro, que estaban vinculados familiarmente, pero seguro que han dejado una huella indeleble en la historia lugareña.
Año 4-Nota 190
