Preocupación por la invasión de mosquitos. La opinión desde Gestión Ambiental

La situación que se vive en virtud de los mosquitos que nos están invadiendo, fue motivo de consulta ante el titular de Gestión Ambiental del municipio de Tres Arroyos, Gabriel Francia.
Sobre este tema el funcionario explicó que el mosquito tiene 2 ciclos de llegadas fuerte, una a fines del mes de febrero y otra, que es la que estamos atravesando, sobre finales del mes de marzo. La especie que está invadiendo actualmente no es un mosquito que se cría en la ciudad, no siendo de importancia médica.
Francia consideró que los mosquitos van a volver a ingresar y que desde el municipio se dedican a ofrecer un paliativo a la comunidad a través de las fumigaciones, pensando en la seguridad de la gente las mascotas y las plantas, por lo que se utilizan fórmulas al nivel mínimo con productos autorizados por el Ministerio de Salud, que, si bien garantizan el volteo del mosquito, se asegura la salud del resto de la población.
Para poder fumigar, primero se llevan a cabo tareas de monitoreos previos que permiten ubicar el lugar por donde “entran los mosquitos” -casi siempre desde el Norte-, y de esa manera concentrar el accionar sobre las áreas de más concentración de insectos.
La preocupación reinante hoy pasa por la situación que vive Bahía Blanca, en donde con anterioridad al temporal, ya contaba con varios casos de dengue, considerando que posterior al desastre climatológico, los números se acrecentarán, pudiendo afectar a la región que rodea dicho distrito.
Ruta 3 Sur, Barrio Santa Teresita, plazas y paseos públicos fueron los lugares por donde ya se realizaron los trabajos de fumigación, accionar que continuará por las localidades, llevándose a cabo gracias a la utilización de los 2 vehículos que cuenta el municipio en la actualidad, tareas que se realizan cerca de las 6 de la mañana o por las noches, aprovechando la poca presencia de vecinos en las calles. El funcionario aconsejó no esperar el paso de los móviles fumigadores en horas el mediodía dado que el mosquito, con el sol, busca refugiarse en las sombras o lugares donde no se pude acceder desde la vía pública.