San Cayetano reflexiona sobre el Día Mundial del Reciclaje

18 mayo, 2015

San Cayetano reflexiona sobre el Día Mundial del Reciclaje

El 17 de mayo, se celebra el Día Mundial del Reciclaje por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El objetivo fue promover la toma de conciencia sobre los beneficios ambientales que nos aporta la práctica de reciclar para el cuidado del planeta.

Nuestro planeta es un sistema cerrado; todos los desechos que generamos quedan en él. Por eso, es central que nos ocupemos de nuestros desechos y adoptemos conductas responsables para reducir el volumen de residuos o basura generada y con ella la contaminación atmosférica, del suelo y del agua, además de controlar el consumo de recursos naturales y materias primas.

Entendemos por reciclaje el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, es procesado para que pueda ser reutilizado y convertido en un nuevo producto, disminuyendo así el impacto medioambiental de nuestros hábitos de consumo. El vidrio, el papel y el metal son, por el momento, los materiales que más se reciclan.

Hace 30 años una persona producía 400 gramos de desperdicios en un día y hoy genera más de 1,2 kilogramos. El 60% de los desechos es reciclable. De lo que se tira se puede rescatar: papeles y cartones, plásticos, vidrios y metales. Por esta razón, se ha optado por la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos.

El distrito recupera materiales en la planta de TRSU

En San Cayetano, desde el 25 de junio de 2013 está en marcha la recolección diferenciada de residuos domiciliarios y la Planta de Tratamiento de dichos residuos. Esto permite recuperar gran parte de los materiales que comúnmente iban al tarro de basura.

A partir de este sistema, las familias pueden contribuir de modo sustantivo con la calidad ambiental, ya que todos los materiales que se separan en sus casas, pueden revalorizarse en lugar de ser enterrados en el relleno sanitario. Esos materiales (papeles, cartones, vidrios, aluminio, pet, tetrabrik, plásticos) empiezan a tener un valor económico; se venden, y se convierten en materia prima de nuevos productos… en otras palabras: se reciclan.

Inicialmente, desde la actual gestión de gobierno, les pedimos a los vecinos tener dos tarros de residuos: uno para los residuos orgánicos o húmedos (esencialmente restos de comida); y el otro para los inorgánicos o secos: en el que desechamos vidrios, plásticos (botellas de gaseosas y agua, de lavandina, de jabones líquidos, etc.), latas de aluminio, cartón, diarios, papeles secos, envases tetrapack limpios y secos para favorecer el futuro proceso. Actualmente sugerimos tener un tercer tarro (podría estar el baño), en el que se tiren: toallitas femeninas, pañales, protectores diarios, preservativos, medicamentos vencidos, algodones, jeringas y agujas (son residuos patológicos, aquellos que no se pueden recuperar).

En la Planta de Tratamiento, gracias al trabajo que realizan los operarios, los residuos orgánicos-húmedos se convierten en compost (abono); mientras que los residuos inorgánicos recuperables (vidrios, metales, papeles, cartones, tetrabrick y plásticos) son clasificados, luego prensados y enfardados, para su posterior venta, lo que cual permite que estos materiales sean materia prima de nuevos productos (productos reciclados).

La separación hogareña requisito esencial

Pero, para que sea exitoso el proceso de reciclado, lo esencial sigue siendo la separación de residuos en origen (en cada casa). Quienes no estén separando sus residuos deben dar el primer paso: abandonar la idea de que separar los residuos en nuestras casas es algo complicado, que requiere tiempo y espacio. Nada de eso. Solo tienen que tener voluntad y constancia para adquirir el hábito. Basta con saber dónde depositar cada material desechado, empezar a separar, y respetar los días de recolección: lunes, miércoles y viernes, debemos sacar a la calle los residuos orgánicos y patológicos; y martes y jueves, los inorgánicos. Porque separar es también sacar a la calle los días que corresponde.

Desde 2013, en San Cayetano, la basura dejó de ser sólo desechar; pasó a ser, fundamentalmente, separar, clasificar, reutilizar y reciclar. Es importante que entendamos este cambio de mirada sobre la basura y sostengamos estos cambios de hábitos, si realmente queremos que nuestra ciudad sea verde y saludable.