Asalto en Bahía Blanca: obligaron a desnudarse a los hombres y amenazaron con abusar a las mujeres

28 abril, 2015

Asalto en Bahía Blanca: obligaron a desnudarse a los hombres y amenazaron con abusar a las mujeres

El asalto a los empresarios bahienses que festejaban un cumpleaños en una casa del barrio Patagonia, de Bahía Blanca, sigue generando sospechas y conjeturas de toda índole. Según testimonios de las víctimas, la humillación a la que fueron sometidas pareciera no tener vínculo alguno con las pertenencias que recolectaron de los hombres y mujeres, ya que obligaron a los primeros a desnudarse, incluido un sacerdote, y a las damas las amenazaron con abusar de ellas.

Las 15 mujeres presentes fueron sentadas alrededor de una mesa, mientras que los hombres “desfilaban” de a uno al baño. Los obligaban a desnudarse completamente y luego los hacían volver al comedor para pararlos contra la pared. Así fue con cada una de las víctimas. Incluso, tampoco tuvieron piedad con el sacerdote Vicente Tirabasso, a quien también lo hicieron quitarse toda su ropa y solo le dejaron colgando el crucifijo.
A las damas no las desnudaron pero las denigraron verbalmente. Y hasta amenazaban con abusarlas. “A ustedes copetudas las vamos a coger”, les advertía amenazante uno de los delincuentes, según la información que publica el sitio web bahiense “La Brújula”.
La misma fuente menciona, además, que en el entorno del intendente Bevilacqua sugieren que el objetivo de los delincuentes era dejar un claro mensaje, aunque hasta ahora se desconocen los motivos y hacia quien estaría dirigido.
Sobre el modus operandi de los malvivientes, el secretario de Gobierno, Fabián Lliteras reiteró que actuaron “con altísimo nivel de inteligencia y profesionalismo, con una preparación previa muy mentada, encapuchados, con guantes, con una situación de preparación no tan habitual. Estuvieron casi 2 horas y media, con un fuerte ejercicio de violencia verbal. Aquellos que buscaron un claro mensaje de incertidumbre, lo hicieron”.
Según uno de los damnificados, los delincuentes ingresaron disfrazados como en las películas de Hollywood. Estaban vestidos de negro, de pies a cabeza, “hasta el detalle de los guante de latex negros, en composé con la camisa, el pantalón, los borcegos y el pasamontañas”. Llegaron munidos de  alambres cortados previamente, y hasta sabían con alto grado de certeza cuántos invitados había en la fiesta, además de la identidad de la mayoría de ellos.