Femicidio: Camarero tenía portación de armas y había consumido sedantes

12 junio, 2016

Femicidio: Camarero tenía portación de armas y había consumido sedantes

En declaraciones radiales a un programa bahiense, el fiscal Mauricio del Cero, que investiga el asesinato de María Liliana Díaz Benítez, de 29 años, ocurrido el miércoles por la noche en Coronel Dorrego, reconoció que el dato más llamativo es que al acusado del crimen “se le haya concedido en su momento la portación de armas”.

“(Marcelo) Camarero es vendedor de autos y me llamó la atención que tuviese portación de armas ya que no es sencillo lograrla porque se requiere previamente de un examen psicofísico, un curso de tiro y trámites administrativos que llevan tiempo y dinero. Si bien es posible, no es común que el Renar (Registro Nacional de Armas) conceda permisos a ciudadanos que no tienen vinculación con el poder judicial o las fuerzas de seguridad”, señaló Del Cero a “La Brújula”.

Al ser consultado respecto a los datos objetivos del luctuoso hecho, afirmó: “Sabemos que la muerte se produjo entre las 19:30 y apenas pasadas las 21. No sabemos si el disparo se produjo dentro de la cochera o si fue previamente. También tenemos la certeza de que el vehículo circuló por Coronel Dorrego ya que hay imágenes de cámaras que lo captaron, aunque no sabemos si circuló por la localidad una vez que se consumó el hecho”.

“El acusado se presentó en la UFIJ Nº5 trasladado desde Tres Arroyos y se negó a declarar. Los primeros actos de la causa se relacionan con que el acusado compareció en la comisaría con dos abogados y uno de ellos refirió que su cliente había cometido un ilícito. Incluso ya están documentando actuaciones de los amigos que dan cuenta del presunto homicidio” enfatizó en otro tramo de la entrevista.

Además, Del Cero brindó un dato que permite descartar ciertas hipótesis: “No hubo previamente ninguna denuncia cruzada entre Camarero y Benítez ni una situación objetiva que diera cuenta de una situación de violencia preexistente”.

“Cuando se presentó con sus abogados en comisaría, era notable la sedación de Camarero, estaba dopado, bajo los efectos de pastillas tranquilizantes que fueron encontrados, los blisters, al día siguiente durante el allanamiento. Allí se halló, por ejemplo clonazepan. Aunque esto no atenúa lo que él hizo”, resaltó.

Por último, el fiscal destacó: “Al proceso investigativo es muy poco lo que le falta. Todo comienza con la noticia a través de los amigos y conocidos. Luego está la presentación espontánea donde dieron cuenta que el imputado cometió un ilícito en un garage y, finalmente, en el procedimiento se encontró el arma con la que se habría realizado el disparo, computadoras que hay que periciar y estaría faltando el resultado definitivo de la autopsia y el informe de laboratorio. Por último están las cámaras de seguridad que grabaron el auto a esa hora y el llamado a la víctima con el testimonio de los compañeros que confirman que ella se fue del establecimiento tras la comunicación telefónica”.

Respecto de la posible pena que podría corresponderle a Camarero, fue cauto al indicar que “primero hay que pasar por el proceso de juicio oral y Camarero debería ser condenado, pese a que estamos hablando en abstracto y no puedo dar por sentado si va a recibir una pena. En el caso que corresponda una sentencia por femicidio, será una condena perpetua. El Código Penal establece que se puede solicitar la libertad condicional a los 35 años de cárcel, luego habrá que ver si están dadas las condiciones para acordarla”.