Rústicos, motivado por sus propias sensaciones

Lo vivido este sábado en Tandil, son esos días que suelen ser una suerte de “realidad paralela”, esas cosas que parecen trasladarnos a otro tiempo y a otro momento, que no necesariamente tiene que ver con la realidad. Y no se trata de valores, de precios o de promedios -que fueron buenos, es cierto- pero en definitiva, son el compendio de un montón de situaciones ocurridas en un espacio de tiempo, claramente fuera del contexto de lo que ocurre, motivado en sí mismo en esta versión 17 de sus ventas.

El primer gran título era la venta después de exactamente 20 años, de un Gran Campeón de Palermo puesto a subasta pública: fue allá por el 2003, cuando “El Facón” -un toro de Ariel Barcelona de cabaña La Rosa María-, se convertía en el último Gran Campeón vendido bajo un martillo. Por eso, el remate comenzó diferente desde “el vamos”, al menos en sensaciones.

Habría que ir varios años para atrás, prepandemia para ver las tribunas colmadas, prácticamente con gradas llenas, cuando minutos antes, hubo que improvisar mesas para el almuerzo, o ver las calles de los corrales colmadas de gente, mirando y anotando. Todas situaciones, bastante alejadas del contexto actual, ese que muestra de la mano del clima, la mayor de la preocupación en muchos y la apatía –lógica- de otros tantos. Por último, si cabía otro fuera de contexto, era la incertidumbre de 24 hs antes, sin el amparo de las preofertas y con 131 toros a venta.

Dicho todo esto, las ventas arrancaron como para que no queden dudas que allí, de la mano de Arandú con el asesoramiento de Juan García, haría ruido esa primera venta, que cruzó a un par de “consorcios” conformados para hacerse del Gran Campeón, donde tras algunas pujas, se alcanzaron los 32 millones de pesos, encabezado por Carlos Ojea Rullán y La Juanita, sumados a Delfinagro, Don Romeo, Las Tranqueras, Don Cholo y La Negra entre otros.

Tras la euforia llegaron las hembras de pedigree, donde terneras al 50%, vaquillonas preñadas y paridas, fueron saliendo con selecciones y con algunas de ellas, anotadas para la Nacional de Primavera Angus, dejando así buenos valores, ventas y la participación de muchas cabañas en las compras. Lo que vino a continuación ya dejaría en claro que sería una tarde diferente: 43 toros puros de pedigree, fueron desfilando, con un gran ritmo de venta, con buenos precios, con muchas manos y con un Colorado de Arandú también, siendo con 6.8 millones, el mayor valor detrás del propio Gran campeón subastado.

Nada cambió en los Puros controlados, o sí: ver como ahora además, muchos toros se iban de a dos una vez bajado el martillo, con agilidad, con muchísima federalidad y una vez más dejando el mayor valor en manos de Arandú, con otro colorado que alcanzaría los 4.2 millones de pesos.

Y como muestra final de esa realidad paralela, las hembras dejaron claro que sería un día para que Rústicos, transite “a contramano” del resto: las paridas puras controladas a buenos valores “a lo que pisa”, pasando por las preñadas, tal vez en la relación hasta se hacen injusticias en las comparaciones, con lo ocurrido al finalizar con las vaquillonas para servicio, dejando estas últimas valores que no siempre es fácil de explicar, como también lo pagado por pariciones de otoño.

Una jornada para volver a recordar, esas que nos abstraen del tiempo, de la realidad y de no confiar muchas veces, en el enorme poder de convicción y sapienza, de un sector ganadero que nunca deja de confiar una y otra vez, en sí mismo.

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Fuente: infosudoeste.com.ar
Fotos: Marisa Fernández y TV